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Proyecto Sur Lanús
Es nefasto que los argentinos arranquemos el 2010, Año de Bicentenario, año en el que deberíamos festejar la liberación de nuestro pueblo del yugo hispánico, discutiendo cual es la mejor forma y más ‘institucional’ de pagar la deuda externa a los bonistas, la banca internacional y los usureros de siempre. Desde 1824 cuando Rivadavia accede al préstamo de la Baring Brothers (que los argentinos terminaremos de pagar 80 años más tarde) hasta el Megacanje y el Blindaje 2001 de Cavallo y De la Rúa, pasando por la espectacular multiplicación de la deuda durante la infame dictadura militar, la deuda externa argentina pende como un silencioso, casi imperceptible puñal sobre la cabeza de cada habitante, de cada niño que nace, de cada trabajador. Expoliando las riquezas del país al mejor postor, rematando de ser necesario, décadas de trabajo y sacrificio de familias enteras y generaciones de argentinos que pensaron y levantaron empresas como YPF, Ferrocarriles Argentinos, Gas del Estado, Aerolíneas Argentinas, SOMISA, entre muchas otras.
Se han escuchado en estas semanas, declaraciones por parte de funcionarios del actual gobierno llamando al ‘rápido regreso a los mercados financieros’ (Ministro de Economía, A.Boudou), se ha dicho ‘ser progresista, no significa estar en contra de la banca internacional’ (Dip. Diana Conti). Hemos llegado al extremo de que las últimas acciones del gobierno (el cual se dice ‘representante del interés nacional y popular’) han sido vistas con buenos ojos por conocidos lobistas y negociadores, que sirven más al extranjero que a su propia patria como Daniel Marx, diciendo que lo único necesario es “borrar de la historia estas últimas semanas” y “retomar el sendero de los últimos meses para poder tomar financiamiento en la segunda mitad del año”. O sea, cambiar los medios conservando el fin, pagar la deuda externa.
Ahora bien, ¿Qué es la deuda externa? La deuda externa argentina se construyo a espaldas del pueblo argentino, ayer y hoy. La misma, a pesar de las promesas y profecías, jamás sirvió para mejorar las condiciones de vida de nuestro país, más bien todo lo contrario, desde mediados de la década del ’70, la deuda externa a pasado de 6.000 millones de USD a un actual cercano a los 130.000 millones de USD. De más esta decir, que las condiciones de vida no han mejorado justamente entre esos años. La gran mayoría de esa deuda se tomó durante la Dictadura Militar (entre 1976 y 1983, la deuda se multiplica en más de un 300%!!), para beneficio de grupos económicos como Macri, Bulgheroni, Bridas, Perez Companc, Acindar, etc. Asimismo, recordemos que gracias a quien fuera Presidente del Banco Central, Domingo Cavallo, la deuda privada de empresas se cargo como deuda externa publica que todos los argentinos debemos a la banca internacional.
Por eso, desde Proyecto Sur, con coherencia en el discurso y la acción, con ética y respeto a la cosa publica y los derechos de todos los argentinos, y con proyecto y propuestas, abogamos por la pronta auditoria e investigación de la deuda externa argentina, retomar el camino de los trabajos de Alejandro Olmos y el Juez Ballesteros, quienes demostraron que la deuda, es ilegitima, tomada a tasas usureras, y sobre todo, inmoral, en un país donde la pobreza y la exclusión acechan… justamente desde el mismo momento en que se tomo el empréstito-estafa de la Baring Brothers.
Cerramos este articulo recuperando un párrafo del historiador José María Rosa: ‘el imperialismo no es tanto una imposición desde afuera; es, sobre todo, una aceptación desde adentro. Un país es colonia cuando quiere serlo, cuando existe voluntad de coloniaje de su clase dirigente’.
Charly.-
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